Soledad
Llegaste a mí existir
como un rayo de luz,
sin que yo te llamara.
Si tan solo me hubieras
anunciado tu eterna compañía;
te hubiera provisto de
un mundo de aventuras...
Ahora somos dos mundos distintos;
de este universo...
sin el querer de nadie.
Todos se alejan de nosotros,
quedamos lastimosamente
los dos, abandonado,
claro nadie nos necesita.
Tú siempre muda
Como no existieras
¡no me dices nada!
21 diciembre, 2005
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